¿Qué son?
Son líquidos ligeros y de absorción rápida que son concentrados de un ingrediente activo específico, incluyendo antioxidantes como vitaminas C o E, ácido glicólico, cafeína o péptidos, y están diseñados para dar niveles altos de estos ingredientes directamente a la piel.
Como no contienen aceite, los serums son 90% agua, así que no dejan ningún residuo graso tras aplicarlo.
Cómo incorporarlos a tu rutina
Usarlos después de la limpieza, pero antes de aplicar la crema hidratante, el protector solar o la base.
Recordar siempre la regla: ir del producto más ligero al más denso.
¿Mañana o noche? Los antioxidantes deben aplicarse por la noche, ya que actúan mejor cuando no están compitiendo contra el protector solar. Pasa lo mismo con el ácido glicólico o el retinol, ya que estos ingredientes pueden hacer tu piel sensible, especialmente cuando está expuesta al sol.
Aplicar una pequeña cantidad, del tamaño de guisante, esto te dará para toda la cara.
Cúando empezar a usarlo y cuál es el mejor para ti
Nunca se es demasiado joven para usar un antioxidante. Estos ingredientes ayudan a prevenir el daño de radicales libres al igual que ayudan a reparar cualquier daño que ya haya sido hecho.
La mayoría de los serum son para todos los tipos de pieles, aun así, hay algunos ingredientes que trabajan mejor para ciertos problemas de la piel:
Vitamina C: ayuda a aclarar manchas
Ácido glicólico: suaviza la textura de la piel, reduce la apariencia de poros grandes y líneas finas
Cafeina: ayuda a reafirmar la piel y protegerla contra el daño de radicales libres
Ácido hialurónico: es una molécula que contiene hasta 1.000 veces su peso en agua, ofrece hidratación, perfecta para aquellos con piel seca
Aquellos que busquen tratar las líneas finas deberían buscar serums que contengan retinol, péptidos o antioxidantes